Íñigo Onieva no deja de acaparar titulares tras su sonado engaño a la Marquesa de Griñón. Tamara Falcó no le ha perdonado su deslealtad y parece que esta no ha sido la única mentira del que fuera su prometido. En los últimos días Onieva se está refugiando junto a su familia, que es más extensa de lo que ha hecho creer.
Su mejor refugio
Los suyos son el apoyo más grande que tiene en estos momentos el ex prometido de Tamara Falcó. Las cosas se han puesto feas en los últimos días y no es algo fácil de digerir para nadie.
Sus hermanos y su madre, Carolina Molas, son su hombro donde llorar. Le están ayudando a hacerse a la idea de que lo suyo con su ya ex novia no tiene posibilidad de reconciliación. Es duro, pero cuanto antes lo comprenda mejor.

Sus padres se divorciaron hace años, cuando él era apenas un adolescente. Aunque Íñigo siempre ha dicho que tiene dos hermanos, lo cierto es que su padre rehizo su vida y tuvo otro hijo más. Onieva ha posado con él en contadas ocasiones en sus redes sociales, pero esto no significa que no le esté ayudando también en estos momentos tan complicados.

A la caza de Íñigo Onieva
La relación entre Íñigo Onieva y la hija de Isabel Preysler no tiene vuelta atrás. Son muchos los medios que quieren hacerse con las primeras imágenes de él tras su sonada ruptura. La prensa apuesta porque el ex de la hermana de Enrique Iglesias se encuentra en la casa familiar de La Moraleja, Madrid.

Este espectacular chalet ha sido su residencia habitual y desde allí su madre se ha pronunciado sobre la situación actual de su hijo. También ha hecho referencia a Tamara, quien está completamente segura que está “sufriendo una barbaridad”.
Afortunadamente para el ex prometido de Falcó la vivienda es enorme y puede permitirse el lujo de estar allí sin necesidad de salir y afrontar de cara los problemas.
Un sustento económico importante
Aunque en lo personal las cosas no le vayan bien a Íñigo, lo cierto es que su economía familiar goza de buena salud. Su madre es una reconocida empresaria que recientemente ha obtenido el premio CEO del 2022 por la distribución de electrodomésticos de consumo.
Carolina Molas trabaja en una empresa familiar, CEMEVISA, donde se dedica a la estrategia de expansión. Lleva ocho años al frente de esta compañía, de la que también es accionista.

Desde que asumió el cargo, ha abierto varias plataformas alrededor de España. Esto le ha permitido multiplicar notablemente los beneficios de su negocio, lo que le hace que ella y sus hijos lleven una vida acomodada.
“Sé adaptarme con facilidad a cualquier situación y diferenciar lo que es verdaderamente importante de lo que no lo es. Además, tengo siempre como prioridad lo que le conviene a la empresa”, expresó Molas hace algunos meses.

Su ex pareja, que también se llama Íñigo, no puede quejarse tampoco en lo que se refiere a su vida laboral. El ex suegro de Tamara Falcó trabaja como director global del Grupo Barceló, donde llegó tras su regreso de México hace casi cuatro años.
Está claro que no todo le va mal al ex yerno de Isabel Preysler, aunque seguro que en estos momentos sería más feliz con menos dinero y más amor. Desafortunadamente, su error ha tenido consecuencias devastadoras y la Marquesa de Griñón no piensa ceder lo más mínimo. El daño ha sido tan grande que resulta irreparable, le pese a quien le pese.