El riesgo de pobreza en la sociedad española es un tema de preocupación que ha sido objeto de atención y debate en los últimos años. A pesar de ser una economía desarrollada, España enfrenta desafíos persistentes en términos de desigualdad económica y social. Esto se traduce en un riesgo significativo de pobreza para ciertos segmentos de la población.
Existen una serie de factores que contribuyen a la creación de un entorno en el que muchas personas luchan por satisfacer sus necesidades básicas. Estos pueden ser el alto desempleo, la precariedad laboral, la falta de acceso a una educación de calidad y la brecha salarial.
Los efectos de la crisis económica de 2008 y, más recientemente, la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, han exacerbado estas problemáticas. Además, afectan de mayor manera a ciertos grupos vulnerables, como los jóvenes, los trabajadores temporales y los hogares monoparentales.
El sistema de bienestar social en España ha desempeñado un papel crucial en la mitigación de la pobreza. Cuenta con programas de asistencia, subsidios y ayudas, aunque todavía existen lagunas en la cobertura.
Además, algunos individuos y familias en situación de riesgo de pobreza no logran acceder a los recursos necesarios para mejorar su situación. Esto puede suceder debido a la fuerte demanda para recibir esta ayuda o por desconocimiento a la hora de solicitar un subsidio, como puede ser el IMV.
¿Qué es el Ingreso Mínimo Vital?
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación económica en forma de ayuda que tiene como objetivo reducir la pobreza y la exclusión social en España. Fue implementado en junio de 2020. Es administrado por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) bajo la tutela del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Está dirigido a hogares y familias en situación de vulnerabilidad económica, que carecen de recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Tiene en cuenta diversos factores como los ingresos familiares, el número de miembros en el hogar, la edad y la situación laboral de los mismos.
La cantidad de dinero que se otorga varía dependiendo de estos factores, y el objetivo es garantizar un nivel mínimo de ingresos. Esto con el propósito de permitir a los beneficiarios satisfacer sus necesidades esenciales, como la alimentación, la vivienda y otros gastos básicos.
Esta es, sin duda, una de las ayudas más solicitadas por parte de la población española. El Estado ha otorgado este subsidio a 576.097 hogares en los que viven 1.633.474 personas, según el INSS.
Sin embargo, pedir esta ayuda no siempre resulta sencillo para los posibles beneficiarios, ya que existen algunas dudas. El problema es que un fallo a la hora de solicitarlo puede suponer la denegación total del subsidio. Se cometen algunos fallos, pero hay uno que es el más recurrente.
La falta de documentación, motivo para no recibir el IMV
El error más recurrente al solicitar el IMV y otras formas de ayuda económica es la insuficiente presentación de documentación durante el proceso de solicitud. El principal fallo de aquellos que buscan obtener este subsidio radica precisamente en la verificación de los miembros que comparten el mismo domicilio.
Este problema es especialmente común en las solicitudes realizadas a través de internet, es decir, en las plataformas de solicitud en línea. Las personas que gestionan la solicitud asumen a veces que es suficiente con enviar el formulario y creen que el organismo encargado llevará a cabo todas las verificaciones necesarias al respecto.
En este contexto, para llevar a cabo la solicitud del IMV, se requiere proporcionar los siguientes documentos. Para empezar, el Documento Nacional de Identidad (DNI); o bien Número de Identificación de Extranjero (NIE) o un pasaporte válido.
Muy importante es el libro de Familia acompañado por el certificado de nacimiento emitido por el registro civil. O la inscripción de las parejas de hecho, un proceso que se lleva a cabo en los juzgados.
También lo es el certificado de empadronamiento que acredite la residencia de todas las personas que cohabitan en el mismo hogar donde se espera recibir el IMV. Así como la documentación que confirme la residencia legal en España mediante un certificado de inscripción en el Registro Central de Extranjería.