Millones de trabajadores españoles han comprobado recientemente como se producía un cambio de cierta relevancia para ellos. A partir de ahora se suprime un trámite que hasta la fecha era imprescindible.
Cuando la Seguridad Social aprobaba una incapacidad temporal (baja laboral), el asalariado tenía la obligación de entregarle el parte a la empresa. Pero esto ya no funciona así. Se ha producido una modificación en este proceso que promete agilizar los trámites.
A comienzos de este año el Gobierno optó por eliminar dicho requisito y desde abril ya no es preciso aportar dicho documento. Como indican desde la Seguridad Social, el médico se encargará de expedir el parte de baja, alta o confirmación. Una vez hecho se lo entregará al trabajador.
Pero a partir de ahora solo se facilita una única copia, que irá a parar al asalariado. Hasta hace poco eran dos, en donde esa segunda notificación tenía como destinatario a la empresa para la que prestara sus servicios. La variación que se lleva a cabo provocará que el Servicio Público de Salud o la mutua se encargue del envío de datos al INSS.
Lo harán de manera digital y en él se incluirá todo lo referente a los partes médicos. Una vez que el Instituto Nacional de la Seguridad Social reciba ese contenido, las compañías tendrán la posibilidad de acceder al estado de la baja.
Pero a diferencia de otras veces, no les aparecerá el motivo por el que el trabajador se encuentra incapacitado. No existe obligación de comunicarlo ni por parte del empleado ni tampoco de la mutua. De realizarlo sin el consentimiento del afectado, se estaría cometiendo una infracción.
También hay que decir que a partir de ahora, al no tener que entregar el parte, ya no habrá que acudir a la empresa. En cualquier caso, nunca estaría de más ponerse en contacto con ellos para informarles de la situación y así estuvieran al tanto sobre su estado.
Un proceso telemático
Una vez que el INSS traslada el parte de baja o alta, será la administración la que se ocupe de notificárselo a la compañía. Lo hará el primer día hábil siguiente, recoge el portal Noticias Trabajo. A partir de ahí, las empresas dispondrán de un plazo de tres días para enviar al INSS los datos económicos del parte.
De esta manera se podrá efectuar el cálculo de lo que le corresponde al asalariado durante el periodo que permanezca sin trabajar. El Sistema RED será la herramienta empleada para aportar dicha información. De no contar con ella, la notificación podrá hacerse por correo ordinario y SMS.
Una vez que dichos datos hayan sido facilitados será entonces cuando se tramite la prestación por la baja laboral. Tal y como explican, si fuera preciso el INSS también aportaría dicha información a la Tesorería General de la Seguridad Social.
Puede darse el caso de que las compañías no cumplan con su obligación y no proporcionen la información económica. De suceder esto estarían cometiendo una infracción leve que se sancionaría con una multa de entre 70 y 750 euros.
Cuando el facultativo conceda el alta, el parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social también se hará llegar al Servicio Público de Salud o a la mutua. Estos organismos se encargarán de transmitírselo a la compañía.
El objetivo es que todo se agilice
Este cambio surge con intención de "agilizar trámites y eliminar obligaciones burocráticas", sostienen en la Seguridad Social. Hasta la fecha se habían detectado como algunas gestiones se prolongaban más de la cuenta. Consideran que a partir de ahora saldrán todas las partes beneficiadas. Tanto los empleados, como las empresas o los médicos de los Servicios Públicos de Salud.