La posibilidad de fallecer de forma repentina es una realidad ineludible en la vida de todos. Ante esta situación, la falta de un testamento puede convertirse en un problema de magnitud considerable para quienes quedan atrás.
A menudo, se tiende a evitar el tema de la muerte y la planificación de lo que sucederá después de partir. Sin embargo, esta evasión de la realidad puede acarrear dificultades y conflictos innecesarios para los seres queridos que quedan atrás.
Cuando alguien fallece sin haber dejado un testamento, su patrimonio y bienes pueden quedar en un limbo legal. Esto es, sometidos a procedimientos de sucesión que varían según las leyes de cada jurisdicción.
Estos procesos pueden volverse complicados y lentos. Supone una carga a la ya difícil situación emocional que enfrentan los familiares y amigos del fallecido. La falta de este puede dar lugar a disputas familiares sobre cómo se distribuirán los bienes o quién será el tutor de los hijos menores, entre otros asuntos.
Además puede haber dificultades en la gestión de los asuntos financierosy legales del difunto. Lo que ocurre si no se ha designado un ejecutor testamentario en un testamento.
¿Por qué es tan importante el testamento?
Un testamento es una herramienta poderosa que permite a una persona establecer claramente sus deseos en cuanto a la distribución de sus bienes y activos. Por tanto, se trata del documento oficial al que acogerse cuando una persona fallece.
También permite designar tutores para los hijos menores, cuidadores de mascotas y tomar decisiones importantes sobre tratamientos médicos y cuidados en caso de incapacidad. Además, puede ayudar a minimizar la carga fiscal que enfrentarán los herederos.
Respecto a la realización de testamento existen algunos mitos incomprensibles que alejan a muchas personas de realizarlo. Se tiene por un proceso caro, cuando en realidad ni siquiera llega a los 100 euros (suele estar entre los 40 y 80 euros).
Desde el Consejo General del Notariado recuerdan que es muy sencillo de hacer, y no se necesita más que enseñar el DNI y expresar tu voluntad sobre el reparto de bienes. Además, es revocable, por lo que se puede modificar todas las veces que sea necesario. En este caso, la última versión será que la tenga valor.
¿Cuáles son las ventajas de tener hecho un testamento?
A pesar de las que ya hemos citado, existe un gran número de ventajas adicionales. Te permite, por ejemplo, desheredar a un heredero forzoso. No siempre se guarda una buena relación con los hijos o simplemente se cree que otra persona merece la herencia por encima de los descendientes.
La ley contempla situaciones en las que es posible privar a un heredero forzoso de parte de su herencia. Estas circunstancias pueden incluir habérsele sido negada la alimentación necesaria o haber recibido maltrato físico o psicológico del heredero.
Además, la legislación también permite la desheredación en el testamento en casos de abandono y de haber prostituido o corrompido a los hijos. También de haber perdido la patria potestad por sentencia, por negación de la manutención o porque uno de los padres haya atentado contra la vida del otro.
Conviene recordar que, al redactar un testamento en España, la libertad de disponer del patrimonio no es siempre absoluta debido a la existencia de la legítima. Esta figura legal establece los límites en la distribución de bienes entre los herederos, conocidos como "herederos forzosos" o legitimarios.
Los herederos forzosos comprenden en primer lugar los descendientes del fallecido, y en ausencia de estos, los ascendientes. Si no hay ni descendientes ni ascendientes, el cónyuge viudo es considerado el heredero forzoso.
Por último, se indica que es posible renunciar a una herencia según un testamento, pero esto requiere formalizar la renuncia en un documento notarial. Es importante destacar que las consecuencias fiscales de esta renuncia variarán según si es en beneficio de otra persona, una renuncia simple o si ocurre antes o después de que venza el plazo de prescripción del Impuesto de Sucesiones.